Contemplación y Verdad-Bondad-Belleza
"En la intersección de estos tres rayos brilla el amor". Todo el mundo cree saber lo que está bien y lo que es verdad..., y la belleza se tornó camino olvidado. En todas partes la fealdad asoma goteando su pobredumbre. La verdad y el bien parecen ser puertas cerradas para el hombre de nuestro tiempo. Quizás sólo después de limpiar la mirada podamos recuperar este reino olvidado. Pero, ¿cómo? La belleza nos detiene , nos para, nos saca fuera de nosotros mismos en éxtasis. Es forzoso detenerse a contemplar alguien-algo bello. La belleza se renueva en nosotros renovándonos: no podemos encasillarla ni encasillarnos en la belleza-temporal que fue vista una vez y para siempre. La belleza-eternal nos llama a trascender el "una vez para siempre" porque necesitamos andar con ella siempre, no una vez, sino, muchas veces, que es lo mismo que decir todas las veces. "Comienza contemplando -aconsejaba ya Platón- primero los objetos bellos-de-ver, sigue con los cuerpo